Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://berthawccq307089.ttblogs.com/18387762/italia-vs-francia-el-cabezazo-que-cambió-todo